Alas
La lucha me dio
alas...
la indiferencia,
mordisco a mordisco,
me las comió.
Ahora, me
reconstituyo
ese daño
interior.
Ausente de mí, el
primero,
de los demás después…
y también,
hundido, y en
retroceso, en el pozo del estrés…
depresión
insaciable de una montaña al revés.
Y he ido, ese
valle escalando, peldaño a peldaño,
despacio porque
sé que voy lejos.
Las prisas fueron
dueñas de mi ánimo,
y los chispazos
fueron sufriendo mi agotamiento.
Cédula durmiente
que despierta reciente,
sabiendo que, no
soy un lobo solitario
contra un mundo
deteriorado, en todos los ámbitos,
contra los “mercados”
y su poder desmesurado,
contra todo
aquello que nos inmola…
involución
inhumana que, hoy día, nos asola.
Estoy en proceso
de resurgimiento,
de cruzar el
abismo del yo
y unirme al empático
nosotros.
Son aquellos
momentos con los otros
los que tejieron
mi voz.
Y percibo ya el
peso en mi espalda…
empiezan, de
nuevo, a prorrumpir esas membranas…
alas que, un día,
planearon ¡¡¡REVOLUCIÓN!!!
Vidda Rrobada
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