Con la quietud... Con delicadeza
Con la quietud,
que me da sus
ojos.
Con esa quietud,
que yo voy moldeando,
con mis manos,
rehaciendo en un
torno
sus dos figuritas
de barro.
Con delicadeza…
para tocar los
mimbres que la sustentan.
Con esa
delicadeza…
para encontrarla,
sin pérdida, antes de que desaparezca.
Con la quietud,
que me transmite
sus ojos.
Con esa quietud,
que voy palpando con
mis manos,
recorriendo todo
su contorno,
con el tacto escampado.
Con delicadeza…
para ponderar los
pensamientos que atormentan.
Con esa delicadeza…
para reparar el
corazón y que el dolor se desvanezca.
Con delicadeza… mis
manos,
con la quietud, sus
ojos impregnados,
ya pudieron
entrever
que, el daño, no sería desmesurado.
Con la quietud,
sus ojos encerrados,
con delicadeza… mis
manos,
la dejaron saber
que estarían, constantemente,
mimados.
Con la quietud,
sus ojos me cautivaron.
Con delicadeza…
mis manos, los alcanzaron…
Con esa delicadeza… mis
manos, se la quedaron.
Vidda Rrobada
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