Duda existencial
Destruyo las
horas que ando
en el alambre de
la incertidumbre,
sin hacer nada,
petrificado…
siendo… una
inmóvil estatua.
Y el tiempo...
pasando entre hogaza y hogaza,
y el hastío me
come por dentro,
a bocados feroces
la panza.
Días entresacados,
entre las semanas, que avanzan…
semanas
encadenadas, a los meses, que no descansan…
meses, en docenas,
que cumplen su calvario…
años y años… sintiendo
la amenaza.
Y, en una cruz,
me he clavado,
en momentos
pasados de añoranza,
por mucho que haya
alargado los intervalos,
en periodos de contingencia.
Y me intento agarrar:
al oro de la
paciencia,
a la plata de la sapiencia,
y al bronce de la
suficiencia,
en el podio de
toneladas de losas de penitencia.
Y me sumo, en una
fracción de segundo.
En ella, estancado,
me hundo…
e inundo mis pensamientos
con una duda existencial.
Y entonces, sin
vacilar,
me pregunto: ¿qué es la vida?
y me respondo: La vida, debe ser... creo...
ese ínfimo instante,
en el reloj
inexorable,
que pasa tan
rápido…
tan rápido, que
no le da, al tiempo, para enterarse.
Y, así, mi duda
existencial habita, en un intangible mundo.
Y. así, mi duda
existencial se hace, ...cada vez, para mí, …más considerable.
Vidda Rrobada
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