En la vida podréis
Jamás, me podréis vender,
mucho menos comprar.
Me podréis quitar todo lo material...
hasta mi casa, pero nunca mi hogar…
no vivo solo, vivo en soledad.
Me podréis, al ostracismo, condenar,
pero, jamás, que yo viva, conmigo mismo, en
paz...
eso se lo dejo a los demás.
Con rejas, me podréis encarcelar,
pero, de ningún modo, detendréis mi
libertad…
vuela en todas direcciones entre el sol, la tierra
y el mar.
Con insultos, me podréis atacar,
menospreciar…
pero nunca apreciaréis mi dignidad…
porque ella está, en el consentimiento, de
amarse más.
Me podréis dejar sin dinero,
pero, en la vida, agotaréis mi riqueza…
ésa… ésa, solo, puede crearse desde mi
cabeza.
Jamás podréis cortarme las alas…
nunca… nunca… nunca... porque mis alas,
en mi corazón, están ancladas…
soldadas a mí... y en la vida... podréis
arrancarlas.
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario