Tu simiente
Lágrimas de
desconsuelo, de dolor, de rabia...
caen de mi mente…
y sigo pensándote…
cuando tu cuerpo,
ya no está presente.
Tortura clavada
en mis sienes…
tú, te fuiste,
siendo un valiente,
y yo, soy un
cobarde, queriendo que regreses,
para sentirte
fuertemente.
Te echo de menos,
aunque sigues
instalado en mi frente.
Pareciera que el
tiempo,
no me fue suficiente.
Y tu vuelta sé,
que es un imposible,
porque la muerte
es perenne… permanente…
es la potencia más
indeleble…
pero no pudo con
tu imagen, que se hizo a mí, inherente.
Porque, los años
pasados juntos,
en nuestro
ambiente,
se recrearon en
mi cabeza
y dejaron en mí,
mil recuerdos: tu simiente.
Vidda Rrobada
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