Residuos tóxicos
Como
un pez travieso me retuerzo,
si
boquiabierto me capturas
entre
la hermética arena del desierto,
donde
me enredo y me encadeno
En esas
tierras movedizas me apresas,
me
encierras y me entierras entre tus huesos.
Entre tu
compactado pecho, me besas
y te
entregas para unir nuestras esencias,
sin líquidos
principios,
rodeados
de un sólido desperdicio,
en el
cual nos intercambiamos, fluimos
entre
marejadas de olas
dispuestas
a inundar todos los caminos,
donde
tomamos consciencia
de lo
que siempre intuimos:
somos
residuos tóxicos
en el
vertedero del destino.
vidda@rrobada
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario