Se escucha


Se escucha el precio de un golpe seco,
de un instante tirado en el piso,
del grito agrietando el compromiso
de un recuerdo, en el que me hipoteco.

Se deforma entre mi recoveco,
entra, siempre, sin pedir permiso,
es su voz, la que, aún, reviso
siendo, solo, retumbo de su eco.

Cuando llega, burla la salida,
se adueña de todas las carencias
de amor, contenidas en mi vida.

Tienta cada una de las ausencias,
de afectos que quedaron en la ida,
en contra de muchas de mis creencias.

vidda@rrobada

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