Sueños de navegante
cuando
observo una estrella...
de
todas, la más bella,
Cruza
un cielo distante,
lejos
en la centella
al
horizonte, ella,
baila
despampanante.
En
penumbra, brillante,
en
la noche, deja huella,
quiere
poner querella,
si,
su luz, le echa el guante.
Cuando
se cree viajante,
el
polvo le hace mella
y
un ruido degüella
a
un silencio tajante.
Y
pide que le cante
la
bulería aquella,
de
que era una doncella
antes
de ser errante.
Y
en un fin deslumbrante:
al
firmamento, sella,
a
la mar, embotella,
y
ella, sigue adelante.
¡Éxtasis
burbujeante,
descorcha
la botella!
dame
un trago y resuella
vidda@rrobada
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